Todos los días vamos en coche al cole. Podemos ir por la carretera rápida y recta, más larga, o por la lenta con curvas, más corta. Por las dos tardamos poco tiempo en llegar, no llega a diez minutos, pero lo que nos hace decidirnos es un plan muy bonito: poder saludar a todos los animales que vemos cuando vamos por la de las curvas.
Estos días de primavera los animales del campo salen desde primera hora de la mañana a comer. De camino al cole nos los encontramos a todos en sus tranquilos prados paseando, comiendo, sentados,... Vamos despacito con el coche para ir saludándolos. Primero vemos unas cuantas vacas, hermosas, típicas de por aquí, allá a lo lejos bajo una gran encina. Después un bonito pony color chocolate claro y con la cola blanca, que está en un viñedo que creo que es de txakolí. Está siempre al lado de la valla de la carretera y no hay día que no falle.
A continuación vamos y saludamos a los caballos que están al otro lado. Los hay de todos los tonos, marrón claro, oscuro, negros y grises. Están pastando junto a las cabras que acaban de tener cabritillos, a los que también nos gusta encontrarlos porque son de lo más tiernos. Y por último un pequeño rebaño de ovejas (entre las que no falta la oveja negra), que siempre nos miran como diciendo: mira ya van al cole este par, qué contentos.
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