TARTAR DE SALMÓN CON SALSA TERIYAKI

Fin de semana gastronómico. El sábado comida fuera de casa para celebrar cumpleaños y por la noche cena en casa de Susana y Néstor con amigos. Hace tiempo que queríamos probar el tartar de atún, pero parece que el resto de la humanidad también decidió comer atún este fin de semana, así que nos fue imposible comprarlo... pero de casualidades están hechos los buenos descubrimientos, y decidimos hacerlo con otro pescado que nos gusta mucho y que también está asociado a la comida japonesa, salmón. 

El tartar de salmón se prepara como el steak tartar. Picando y picando. Se pueden hacer trozos más o menos pequeños, desde un centímetro de tamaño a lo más picado que se quiera. Nosotros hemos optado por esta última opción porque nos gusta más. La receta tiene mucho de japonés porque se utiliza la salsa teriyaki, que encontraréis en algún ultramarino japonés o que podéis preparar con salsa de soja y mirin (un vino de arroz dulce). Si no tenéis mirin, podéis usar miel. Aquí os dejamos la receta para seis personas:

. Tres rodajas de salmón fresco.

. 8 cucharadas de salsa teriyaki.

. 1 cucharadita de wasabi en polvo.

. 3 ml. de aceite de sésamo.

. 1 manojo  de cebollino fresco.

. Alcaparras.

. 3 aguacates.

. Lima

Se pica muy picado el salmón y se le añade la salsa teriyaki, el wasabi, el aceite de sésamo, el cebollino muy picado y las alcaparras muy picadas. Luego añadid un poco de piel de lima rayada. Podéis poner más teriyaki y wasabi según gusto. El secreto de un buen tartar es ir probando poco a poco conforme se van echando los ingredientes, para conseguir el que más os guste. Eso sí, cuidado con el aceite de sésamo porque si os pasáis sabrá mucho ya que es muy potente. Dejad marinar durante al menos media hora en el frigorífico y servid sobre una cama de aguacate picado y salsa teriyaki. Si queréis podéis comerlo como el steak tartar, con panecillos untados con mantequilla. 

La salsa teriyaki se prepara con 100 ml. de soja, 100 ml. de mirin, 25 ml. de sake y 25 gr. de azúcar. Mezcláis y calentáis en un cazo hasta que se haya reducido a una tercera parte su volumen.