2015/02/12

RECETA DE GALLETAS DIGESTIVE

Hoy, una receta dulce. En casa nos gustan mucho las galletas digestive que compramos en el supermercado, de esas además que vienen con chocolate por una de sus caras. Están muy buenas y parecen más sanas que el resto, por eso de incluir ingredientes ricos en fibra. Pero si os fijáis bien, como toda la repostería o galletas industriales no dejan de llevar aceites saturados y estabilizantes que cada vez nos gustan menos. Así que hemos buscado recetas para hacerlas en casa y, como además tenemos una bolsa recién abierta con muesli, hemos cogido la avena que tiene el paquete y la hemos utilizado para hacerlas. 

Y han salido bien. Por supuesto que no saben igual que las comerciales, pero están muy ricas. No tienen esa textura tan crujiente o aireada porque salen un poco más duras, pero su sabor es muy bueno y no tiene nada que envidiar a las originales. La elaboración es muy sencilla, aunque seguiremos probando para conseguirlas más esponjosas y cada vez más parecidas a las digestive que conocemos. Aquí va la receta:

. Ingredientes.

. 80 gr. de avena muy molida, o de harina de avena.
. 90. gr. de mantequilla en pomada.
. 80 gr. de azúcar glas moreno.
. 120 gr. de harina integral.
. 2 cucharillas de levadura química.
. 1 pizca de sal.

Mezclad en un bol la mantequilla con el azúcar glas moreno. Es importante que la mantequilla esté fuera del frigorífico un par de horas antes para poder mezclarla bien. En un bol aparte mezclad la harina con la levadura, la avena molida y la sal. Y juntadlo todo, amasándolo bien y consiguiendo una bola que dejaréis reposar dos horas en el frigo, envuelta en papel film. Como toda receta de galletas preparada con mantequilla, antes de estirar la masa sobre la encimera y cortarla con un molde conviene que esté de nuevo enfriada, para que esté más sólida y no se rompa. Así que cuando notéis que el frío ha solidificado un poco la mantequilla y la bola, sacadla de la nevera y la estiráis con un rodillo sobre la encimera espolvoreada con harina. Dejáis una lámina de unos tres milímetros y cortáis las galletas con un molde. Después las colocáis sobre una bandeja de horno, con papel de horno, y lo precalentáis a 170º, arriba y abajo. Metéis las galletas y las horneáis durante 20 minutos o hasta que empiecen a dorarse. Una vez fuera, podéis untarlas con chocolate fundido, dejándolas reposar para que el chocolate vuelva a endurecerse el tiempo necesario. Así ya tenéis una galletas digestive caseras para esos desayunos tan completos que recomendamos...

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